lunes, 24 de enero de 2011

La inocencia

La inocencia recorre las calles del llanto

voces y gritos se mezclan con la suciedad

buscando entre los desechos su ayuno

jugando en el sorteo de la vida

ignorando lo que es vivir

el cariño y la comprensión no tiene significado en su memoria

sobreviviendo con lo que otros no quieren.

Su niñez es simplemente fugaz

es la aureola del cometa

el murmullo en un oído

el aire calido de verano,

la mayoría de edad se imita para poder existir

viviendo en la jungla del odio y del desengaño

pasando los días que le quedan en este mundo inhumano.

Perseguidos y maltratados

corren como gacelas entre el asfalto de la ciudad

procurando descansar al raso

como sabanas las estrellas y de almohada la luna,

juguete del desaprensivo que solo busca el deseo

siendo la felicidad su palabra desconocida

que quizás no sepa nunca su verdadero significado

pero todo sigue y avanza

contando los amaneceres que le quedan para su muerte

seguramente menos digan que la tuya

6 comentarios:

Sony dijo...

y cuantos hay amigo lamentablemente de estas personas que viven en las calles,sin futuro,sin metas,sin leyes,sin valores,donde todo vale hasta la propia muerte.

un precioso poema amigo,gracias por compartirlo como siempre.

recibe un fuerte abrazo y te deseo una muy feliz semana.

Rosana Martí dijo...

Pobres niños que se mueven así, sin niñez, sin infancia, sin un calor de amor, sin nada, tan sólo con esa inocencia, que muy pronto por desgracia se verá truncada.

Un triste pero certero escrito en tus palabras Santiago.

Un fuerte abrazo y feliz día en la distancia.

Uka. dijo...

Son versoso muy duros estos,pero no exentos-por desgracia-de certeza.
Con lo bonito que sería salvaguardar la inocencia y mantener esa chispa que la enciende...
Un beso.

Joaquín Lourido dijo...

Hola Santiago!!!
Estos versos son la vida misma. Palabras duras, fuertes que son necesarias decirlas porque la soceidad en si prefiere eso a ver la dulzura, la inocencia de las cosas tal como debe ser. La inocencia, la ternura, el cariño son fundamentales para la niñez. Ya que después de adultos pagamos esas consecuencias de forma muy grave. Empecemos por seguir educación necesaria y transmitirla día a día.
Buen escrito. Que tengas un día genial!!!

Abrazos.

María dijo...

La inocencia y la ternura de la niñez debería ser preservada con mil candados y muros para que el despertar a la madurez se pueda afrontar con la seguridad y la fuerza que da poder soñar cada día con el pasado intacto de pesares.
Precioso poema y un beso.

Anónimo dijo...

Hola, Santiago.
Soy el poeta del blog del mago, y aprovecho para felicitarte por tus poesias y tu blog.

Un abrazo!