martes, 11 de enero de 2011

Como si de ayer se tratara

Como si de ayer se tratara recuerdo ese día de Junio

una fría mañana anterior al solsticio de verano

la primavera seguía su curso continuaba con su furor y carácter,

la vida  a raudales se hacia sentir a mi alrededor

pero algo importante nacía en esa madrugada

una persona que es parte de mi

se abría paso con dificultad a este mundo que el no había elegido.

Los problemas surgieron de la nada

 arrancando un instante de preocupación,

la duda junto con el dolor entraron en el juego de la ignorancia

los pensamientos eran duros de hormigón formando bloques perfectos

creando un momento irracional de lloros y lamentos

junto con las preguntas señalaban nuestro corazón dolido.

Tanto sufrir por una ilusión?

nos preguntábamos una y otra vez sin tener respuesta.

En un segundo tan solo en uno se puede pasar de la alegría a la tristeza,

                                                                         del consuelo al desconsuelo,

en unos días se pasa a la desesperación de los que te rodean

pidiendo tan solo que todo fuera el principio de la nada para verlo crecer.

Hoy recuerdo esos días

hoy ya le veo crecer olvidando el fatídico pasado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Olá!

Bela poesia ...
Obrigada pela visita.


Bjo e um Dia de Paz .

Sony dijo...

que bueno amigo que aquellos momentos tristes quedaron atras,que la tristeza es hoy un mal recuerdo en la familia.

cuando ocurren estas cosas uno es como que no sabe a que aferrarse,yo siempre digo que a lo unico que podemos aferrarnos es a nuestra fe.

gracias por dedicarle un poema a aquel mal recuerdo vivido.

un fuerte abrazo santiago y que tengas una magica semana!!!!!!

Laura dijo...

Bienvenido a mi blog Santiago.
No sabes cuánto me llega esta poesía en concreto, se lo que es perder una ilusión y ni siquiera tener tiempo para llorarla porque me tengo que preocupar por mi propia salud. Bueno no me enrollo más.
Enhorabuena por el blog.
Saludos,
Laura.

María dijo...

La vida, a veces nos da reveses que hacen se tambaleen nuestros cimientos, pero luego, lenta, dulce, suave, nos reconforta en el tiempo, bálsamo de nuestras heridas y nos vuelve a señalar el camino de la luz.
Un beso.