Tiempo que nace de la nada involuta
papel de soledad que envuelve el regalo del día
instinto pertinaz
imperecedero de huida
manantial seco de la pasajera locura
bienestar cohibido en este espacio que habito
tan pequeño como el instante que paso contigo
reducido crono del beso oportuno
fiel sello de mi mejilla caliente de aliento
sediento de labios tibios y calidos en pleno
desierto fiel de mi tez fría,
erial del pozo donde los sueños no brotan
no nacen , no gritan, no obedecen a mi mente
que mudamente recita versos de esperanza
aquella que parece dormida
aquella que mis ojos necesitan
saludando al azar
soslayando mi destino
sombra del bruno hado
recuerdo del pasado
pasajero que nace de la nada involuta.
Abril 2012
Santiago Medina