Retoña en mi ,
la fiera dormida
sumisa al calor de la noche serena
inquiriendo impaciente la carne sin duda
del cuerpo que mora en el lecho inocente
indigno pensamiento que cubre mi mente clara
mágico deseo de mis manos hambrientas
que saborean complacidas su piel sonora
palabras de amor de sus poros nacen
nacarada atracción infinita del imán de la locura
naciendo con vigor los fogosos egos
parto sin dolor de la pasión hambruna
anhelos del destino de nuestra morada
nido de vida donde brotaran los recuerdos felices
de la noche serena de luna dorada
que ilumina nuestros cuerpos puros
desnudos del pudor de la razón pensada
instantes felices de la locura amada
orates de amor en el claro oscuro
almas teñidas de la alegría encontrada
cuerpos trabados por el anhelo.