La luz ilumina su pequeña cara
generosa de poner claridad a su ignorancia,
pero la oscuridad de las letras se mete en su infantil cabeza.
Las ganas de saber hacen de su cuerpo el deseo
ansiado este por buscar el conocimiento
intentando lentamente saber lo no conocido.
Tan solo conoce la enciclopedia del campo y del trabajo
leyendo y escribiendo en el surco a golpe de sudor y frío
en su arado la ortografía no existe pero le da de comer.
Con solo doce años ya sabe mucho de lo que le rodea
la ciencia del saber intenta conocer sin miedo
sin impedimentos que tapen sus ganas de creer
pero el tiempo sigue sin darle tregua
conocedor de su triste vida
conocedor del espacio que no tiene
donde la niñez se formo sin juguetes
donde no hubo espacios intermedios de vivir
haciéndose mayor sin remedio en este mundo cruel.
Sus oídos se alegran con la lectura de bocas ajenas
poniendo interés por las palabras
esas que sabe hablar pero no leer y menos escribir
poniendo como meta que sus hijos no sigan su ejemplo
intentando que su pesadilla no sea el sueño de otros.
4 comentarios:
un precioso poema amigo que nos habla del pasado dee sos hombres que perdieron la infancia porque desde niños ya tenian que trabajar y que cuando fueron padres le forjaron un futuro mejor a sus hijos para que tengan ese estudio que ellos no tuvieron.
muy bien plasmado ese sentimiento en este bello poema.
recibe un fuerte abrazo amigo y que pases una buena semana!!!
Hola Santiago
Qué poema más bello, y cuánta verdad dices. Qué coincidencia que esta mañana me pasaron un video donde se ve esa realidad de la que hablas, te lo copio:
http://www.youtube.com/watch?v=tsHyN9zj8_o&feature=related
Un abrazo
Hola Santiago, me alegra saber que todo te va como deseas en este mundo tan elegante de nuestras queridas letras,
felidades y besos.
Mucha verdad en estas líneas
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