Cuadro de José M. Garcia Jurado
Pelo dorado besa su frente
adorno suave de su cabeza
rayo inocente de luz tenue
rayo de la alegría de mi retina.
Sus ojos son la algarabía
custodia de sus cejas
que ríen todo el día,
carcajadas de amor que brillan
con nobleza.
Sus labios son la formación del deseo
el encuentro de la palabra
marfiles que centellean con esmero
alegrando de nácar su cara
fina como la noche clara
suave y tersa como la mañana.
Sus manos son la sinfonía tenue
sus dedos las notas que manan
conciertos de la pasión
sonidos que embriagan
borrachera del calor
ebrio de la alborada.