domingo, 23 de septiembre de 2012

El Caño




Caudal de vida que atempera mi cuerpo
frío  sutil que alivia mi ser
donde mi garganta agradece su tersura
suave como la añoranza  que en mi cabeza siempre dura.
Neonata del vientre de la montaña
grávida  en invierno a golpe  de lluvia,
cariñosa amante es la nube que en su tierra se acurruca
dando aguas de amor sin ninguna duda,
cariño que su interior se agrupa
modelando cascadas de alegre manantial
buscando el fin del anhelante caño
inagotable universo de la locura
 donde abreva el rebaño
donde llegue el placer del caminante
lugar  del fin de la sequedad apenas dura
campo de encuentros de de la dichosa juventud
bregando con nobleza por su  inquietud
buscando el alivio de la oscura y fresca noche
allí donde acaban los reproches
patria del pasado  en plenitud.

Santiago Medina

18/08/2012